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La pelota valenciana en Montserrat

La pelota valenciana en Montserrat

En Montserrat, a finales del siglo XVIII, hay constancia de celebración de partidas de pelota a mano, el juego autóctono de los valencianos, y en el texto de las ordenanzas municipales del año 1880, se regulaba la prohibición de practicar el juego de pelota en la calle colindante con la iglesia cuando existieron actos religiosos. Esta calle en la actualidad recibe el nombre de las Germanías y fue el lugar donde se dieron cita los jugadores hasta bien entrado la década de 1980, en la que se cambió de ubicación en el Raval y, finalmente, con la construcción de una nueva calle cerrada.

Normalmente los sábados por la tarde, siempre había una especie de ceremonia previa a la partida, que empezaba arreglándose las manos los jugadores, con las vetas, las cartas y los guantes, la colocación de las cuerdas en medio la calle y otros detalles, como el runrún del público esperando la salida de los jugadores, mientras hablaban de sus cosas, las cosechas del campo o de la marcha cotidiana. Jugadores de galocha de Montserrat que se recuerda muy antiguos, nacidos a finales del siglo XIX y principios del XX fueron el tío Cristino, el tío Abelardo, el tío Sisó, el tío Sesé, el tío Plácido Caldereta, el tío Paco Mama, el tío Pepe Vaquero, entre otros. Continuando con los años, apareció el tío Galan, ¡qué salto más elegante!, tirando pelotas por encima de los pilares de la iglesia llegando hasta la plaza. La gente decía: «ahí va esto». Todos ellos dieron al pueblo grandes tardes.

Más tarde surgieron otros como Cirilo, Maxaco, Felisi, Paco, Ismael y el muy conocido Xato Cucala, que empezó a los 17 años a jugar partidas importantes en distintas calles y trinquetes. Estuvo muchos años en activo reuniendo a ser muy veterano como hiriente inigualable. En la década de los años 1970 aparecieron otros como Marcial, José, Carlos y Ortiz, con Xato Cucala como hiriente, que ganaron algunos títulos como el campeonato de galotxa de 1976. Marcial Daudén por su juego llamó la atención de todos, con un salto perfecto, manrón espectacular y arrojando las pelotas con mucha fuerza. Definido como un jugador de quienes crean afición. De esa época merece recordar un trío que a pesar de no ser nacidos en Montserrat, se consideraban de aquí, dando muchas tardes de éxito: los hermanos Rafa, Pepín y Vicent Ortiz.

La década de 1980 fue una época de afición en la que se lograron jugar algunas finales del campeonato autonómico de galotxa. El equipo de Montserrat que había sido subcampeón en 1980 volvió a ser subcampeón en 1982 contra el Benavites. En 1983 ganó el campeonato contra el Masalfasar, y en 1987 llegó a la final contra el Sollana. En esa década se incorporaron al primer equipo jugadores de la cantera local de gran valía, primeramente Alberto, y poco después, Paco Alemany y Voro. Éste último hizo carrera posterior al trinquete profesional. En 1986, los tres pelotaris junto a Marcial, se proclamaron campeones de la primera edición del trofeo Interpobles.

Desde entonces y gracias a la escuela local de pelota, muchos niños y niñas y después de personas adultas, como Añó, Jesús, Silvino, Fede y otros, han practicado este deporte, estando numerosos los títulos conseguidos con las distintas modalidades y categorías, formando siempre un primer equipo de galotxa con excelente trayectoria que ha mantenido al pueblo vivo en la afición. Muchas han sido las personas que se han implicado, directivas, alcaldías y concejales, juntas, hombres y mujeres, presidentes, jugadores y jugadoras de juventud y más mayores que lo han hecho posible.

Algunos de ellos llegan a profesionales del trinquete y semiprofesionales, el último Marc Gimeno, y otros mayores como Carlos, Javi, Oscar y Alejandro. Y entre las personas valederas de esa primera escuela hay que recordar siempre a Toni Sesé: el hombre estaría orgulloso ahora de los últimos triunfos conseguidos y del futuro que espera en Montserrat, tan orgulloso como había sido siempre de sus equipos, y nos declararía una vez más la grandeza de ese deporte autóctono.

Marcos Campos Añón

Cronista Oficial

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